...o la agradable sensación que genera.
Mi relación con el kefir se remonta a mi infancia, lo consumí durante años y años y años, pero luego, como siempre, por alguna razón lo dejas y le pierdes la pista. Hace un tiempo me regalaron de nuevo, y aquí estoy, enamorada de mis chiquitines -bueno, son grandes y gordos- y, sin dudas, deliciosos y saludables.
Se dice que la palabra kefir proviene del turco, kief, que significa agradable sensación o sentirse bien, para referirse a la agradable sensación experimentada cuando se ingiere, y que conlleva además la connotación de bendición a quién se regala. Se le conoce por diferentes nombres, kefir, yogur búlgaro, yoka, yogur de pajaritos...
Si hay quien no conozca el kefir, os lo recomiendo ampliamente y me ofrezco a dar del mío a quien lo desee. Para motivaros a probarlo, os comento brevemente sus beneficios, tipos y cuidados necesarios.
El kefir cuenta con numerosísimas bondades: es desintoxicante, equilibra y regenera la flora intestinal, estimula las defensas naturales, favorece la digestión, evita el estreñimiento, produce la síntesis de vitaminas del complejo B, es una fuente importante de potasio, fósforo, calcio y vitaminas, ayuda a reducir el colesterol, reduce el riesgo de contraer cáncer de colon, regula la presión arterial, regula el peso, mejora los problemas de piel, ayuda a conciliar el sueño, reduce la ansiedad y la depresión.
Como organismo vivo que es, necesita ciertos cuidados y precauciones. El mejor indicador de que el kefir está en buen estado, es observar los gránulos: cualquier cambio en su aspecto, olor o sabor es un indicador de que no debes consumirlo. Y el mejor indicador de que es bueno, es su crecimiento. Si no aumenta su tamaño con el paso de los días, mala señal.
Conseguirlo no es sencillo y su adquisición tradicionalmente está basada en la solidaridad, se da de mano a mano, y no hay dinero de por medio, aunque hay algunas tiendas que lo comercializan, siendo esto totalmente innecesario.
Hay 2 tipos diferentes de kefir, y hay quien agrega un tercer tipo, el kefir de kombucha.
1.- Kefir de leche:
El kéfir de leche es uno de los productos lácteos más antiguos que se conocen, consumido durante miles de años, procedente del Cáucaso. La leche kefirada tiene una consistencia similar al yogur, aunque una textura más suave y sabor un poco más ácido.
Preparación de kefir de leche:
Se introducen en un recipiente de cristal la leche y los nódulos de kéfir, se tapa ligeramente, por ejemplo con un paño de tela, y se deja a temperatura ambiente durante aproximadamente 24 horas. Tras este tiempo, se cuela el líquido resultante con un filtro. Luego se enjuaga el frasco en agua, y se vuelve a repetir el proceso con más leche fresca. No es necesario lavar los nódulos con regularidad, generalmente se lavan cada 3 o 4 días pero hay quien los lava menos. Para un kéfir más líquido se añade más cantidad de leche, y para uno espeso más cantidad de nódulos. El tiempo de fermentación variará según la temperatura ambiente, la temperatura de la leche y la cantidad de nódulos. En invierno conviene quitar el frío a la leche antes de agregarla a los nódulos, pero nunca debe sobrepasar los 35º. Es recomendable utilizar leche fresca y entera, pero hay quien utiliza leches semi o desnatada e incluso leches vegetales, como la de soja, avena, arroz...
2.- Kéfir de cultivo de agua
Este tipo de kefir no necesita lactosa para que se produzca la fermentación, y lo que se obtiene es una especie de agua carbonatada. Se considera que posee mayores propiedades que el kefir de leche.
Preparación de kefir de agua:
En un recipiente de cristal colocar 3 cucharadas de kefir, 5 gramos de azúcar (puede sustituirse por panela, stevia, etc), uno o dos higos (o dátiles, o pasas de uva o cualquier otra fruta seca), medio limón entero bien lavado y 1 litro de agua mineral.
El azúcar sirve para estimular el trabajo de los nódulos y activar la fermentación, sabremos que los nódulos trabajan correctamente si el agua resultante es apenas dulce. La fruta seca sirve para neutralizar la fermentación alcohólica y dar sabor.
Una vez tenemos todo en el recipiente, removemos con una cuchara de madera, plástico o cerámica, y lo dejamos reposar durante unas 24 hs.Con el kefir siempre debemos evitar el contacto con metales. Y en ambos casos, para el de leche como para el de agua, siempre debe quedar un tercio del bote vacío, por la formación de gases.
Si tenemos demasiada cantidad de gránulos y no encontramos a quién dar, es posible congelarlos, secándolos muy bien durante un par de días sobre papel de cocina, y luego congelarlos en una bolsita hermética. Cuando queramos utilizarlos deberemos rehidratarlos, para ello los pondremos otra vez en leche o agua, y vamos cambiando el líquido y desechándolo, hasta que los gránulos tengan su apariencia normal.
kefir de agua
kefir de leche
hola! he estado leyendo lo del kefir y la verdad que me ha intrigado sobre todo pq no se , q sabor tiene? se toma solo? es un liquido o se puede espesar? en que recetas se usa o no se puede utilizar? muchisimas gracias .. ah! y donde se puede conseguir? pq en las tiendas me miran con cara de no saber que es y siempre me remiten al yogur fresco y como mucho a la leche fresca. Gracias
ResponderEliminarHola Susana! el tipo de kefir más común es el de leche, lo que se obtiene es una leche kefirada y su sabor es parecido al del yogur pero con un toque ligeramente más ácido, es muy rico, pero bueno, eso va en gustos ;) lo puedes tomar solo, o si lo prefieres lo puedes endulzar con miel, azúcar, stevia... Dependerá qué tan ligero o espeso esté, según si utilizas leche entera fresca, será mucho más cremoso, el mío se toma con cucharita jeje, si utilizas leche desnatada será un kefir más ligero y bebible. Se puede utilizar en recetas sustituyendo el yogur o la leche agria, y se puede hacer un queso (untable o más consistente) y sale delicioso, ya publicaré una entrada sobre cómo elaborar queso de kefir.
ResponderEliminarComo los gránulos crecen y se reproducen muy rápidamente, con el tiempo tienes que compartirlos con otras personas (o congelar un poco si no encuentras a quién dar), por eso no vale la pena comprarlo en ningún sitio, que por cierto, bien caro lo venden. Yo tengo suficiente para dar, si lo quieres ponte en contacto conmigo y con gusto te pasaré unos gránulos ;)
un saludo y gracias por tu comentario!!
Hola, Yo llevo tiempo buscando y no lo encuentro, así que me gustaría que me compartieras, puede ser??? :)
ResponderEliminarHola! yo vivo en Valencia, si estás por aquí, en cualquier momento que lo desees quedamos y te doy unos gránulos. un saludo!! :)
ResponderEliminarQue pena yo estoy en Madrid
ResponderEliminarGracias igual!
Si no consigues, yo te puedo enviar en un sobre, no hay problemas!
ResponderEliminarHola, yo vivo en Valencia y me gustaría que me dieses kéfir de agua. Gracias.
ResponderEliminarhola natali,
ResponderEliminarsi te sobran granulos de kefir de leche a mi me harias un favor si me enviases a barcelona. ya me diras si puedes y si es asi, te paso mi direccion.
gracias!!!!
Hola Arantxa, te envío un mensaje privado para organizar el envío. Un saludo!!
ResponderEliminarHola Natali,
ResponderEliminarQué gusto me ha dado leer tu post!
Tengo 40 años, y hace más de 20 años, cuando vivía con mis padres, tomaba con asiduidad. Me gustaría volver a tomarlo.
Podrías enviarme unos granos por favor?
Muchas gracias
Hola Emilia! Muchas gracias por tu mensaje!!! Te envío un mail con más información. Un abrazo!!
ResponderEliminarHola Natali,
ResponderEliminarHe conocido tu blog casualmente y me resulta muy interesante y práctico. Te agradezco mucho que compartas tu experiencia y tus consejos. Yo también de pequeña he consumido kefir y recuerdo que me sentaba fenomenal, pero la verdad, no he vuelto a encontrar. Si todavía tienes más para compartir te agradecería que me hicieras llegar unos gránulos como ofreces. Muchas gracias!
Hola Arantza! muchas gracias por tu mensaje, me pondré en contacto contigo para hacerte el envío. Un saludo!!
ResponderEliminarHola! He conocido tu blog a través de otro blog y me parece muy interesante todo lo que dices. Me gustaría que me proporcionaras kéfir de leche pues hace tiempo tenía y me gustaría volver a tomarlo. Bueno ya me dices. ¡Gracias!
ResponderEliminarHola Raquel! Muchas gracias por tu comentario! Te enviaré un mail para darte el kefir. Ya verás qué rico esta!!! Un saludo!!
ResponderEliminarHola Natali, yo también te he conocido por casualidad (blog de Raquel del Rosario), y me encantaría que me enviaras kefir de agua si puede ser. Hace años tomé el de leche pero ahora ya no tomo leche. Las bondades del kéfir de agua las conoci por primera vez a traves del blog de Odile Fernández (Mis recetas anticáncer), una bendición de blog que recomiendo a todo el mundo.
ResponderEliminarTampoco vivo en Valencia, pero igual podemos llegar a un acuerdo (a través del correo). Un saludo y muchas gracias por lo que escribes.
Hola Marta, muchas gracias por tu comentario!! tienes mucha razón respecto al blog de la dra. Odile, es bueno leerlo y aplicar sus consejos en la práctica! Sé de gente que toma el kefir de leche con leches vegetales, yo preparo mi propia leche de avena pero no he probado a usarla en el kefir. En cualquier caso, tanto el kefir de leche como el de agua tienen grandes propiedades, quizás más el de agua que el de leche. Me pondré en contacto contigo para organizar el envío. Un saludo y espero verte a menudo por el blog!!
ResponderEliminarHola Marta. Tengo una pregunta. Hace tiempo tomé kefir, pero al final lo dejé. Hace unos años volvía a engancharme, pero el año pasado no recuerdo muy bien porque dejé de tomarlo. El kefir sigue dentro de la nevera, no lo congelé. Crees que si lo limpio bien y le voy cambiando la leche unos cuantos días lo podría recuperar? Hace como un año que no lo empleo y tengo mis dudas si tirarlo y buscar otro. Alguna vez te ha pasado algo así. Es que en ocasiones soy un desastre. Gracias.
ResponderEliminarHola Laura, lo mejor será deshacerte de esos gránulos y empezar con gránulos nuevos, el kefir se puede conservar en la nevera un par de días pero no más. No te preocupes, son cosas que pasan y además hay mucha gente que tiene y te puede dar, así que es muy fácil volver al kefir :) Si necesitas gránulos, yo te puedo dar. Un abrazo!!
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