...o la agradable sensación que genera.
Mi relación con el kefir se remonta a mi infancia, lo consumí durante años y años y años, pero luego, como siempre, por alguna razón lo dejas y le pierdes la pista. Hace un tiempo me regalaron de nuevo, y aquí estoy, enamorada de mis chiquitines -bueno, son grandes y gordos- y, sin dudas, deliciosos y saludables.
Se dice que la palabra kefir proviene del turco, kief, que significa agradable sensación o sentirse bien, para referirse a la agradable sensación experimentada cuando se ingiere, y que conlleva además la connotación de bendición a quién se regala. Se le conoce por diferentes nombres, kefir, yogur búlgaro, yoka, yogur de pajaritos...
Si hay quien no conozca el kefir, os lo recomiendo ampliamente y me ofrezco a dar del mío a quien lo desee. Para motivaros a probarlo, os comento brevemente sus beneficios, tipos y cuidados necesarios.